Ayer el Real Madrid se proclamo Campeón de Liga por 31ª vez en su historia. Para ello le bastaba con que el Villarreal no consiguiera la victoria (algo que no ocurrió) o que el equipo blanco ganara su partido en el Reyno de Navarra. El partido entre Real Madrid y Osasuna no será recordado por su vistosidad, ni por ocasiones de gol, pero si por el espíritu de superación del equipo que dirige Bern Schuster. Cuando el partido empezaba a oler a 0-0 Cannavaro se autoexpulsó y poco después el arbitro señalo un penalti a favor del Osasuna, que le ponía por delante en el marcador. Sólo quedaban 8 minutos, pero fueron suficientes para que , primero Robben de cabeza, y luego Higuaín (que acababa de entrar por Raúl) le dieran al Madrid un nuevo título.
Por su parte, el Barça goleó por 6-0 al Valencia, circunstancia que coloca al conjunto ché a sólo 2 puntos del descenso.
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