El último peldaño para estar en la final de Moscú se llamaba Manchester, y tenían que empatar o ganar para cumplir el sueño, y todo eso después de que los temidos diablos rojos tampoco inquietaran mucho a los culés en el Camp Nou.
El partido comenzó a un ritmo acelerado, pero cbajo el control de los azulgranas, que estaban teniendo una mayor posesión del balón, y jugando con con mucho criterio. Las ocasiones se sucedían en favor de los de Rijkaard pero el partido se le torció al Barça cuando mejor estaba. Zamrbotta, confundido de tanto pelotear, se saltó todos los cánones y despejó un balón peligrosísimo de la peor manera: flojo y al centro. Y allí estaba el veterano Scholes para aceptar el regalo y sacarse de la chistera un zapatazo a la escuadra derecha de Valdés (1-0, 13').
El gol fue todo un mazazo para el Barça. Solo Messi parecía tener suficiente chispa para crear peligro ante un Manchester que se creció con el tanto.
El Barça lo intentó, a la desesperada, pero fue incapaz de marcar. Cuatro partidos seguidos lleva el equipo quedándose a cero. Un triste bagaje, impropio de un finalista de nada.
Old Trafford fue el escenario de la última decepción de los blaugrana que dicen a diós a su último sueño llamado Moscú.
Por otro lado, en el otro partido el Chelsea se enfrentaba con el "espanish" Liverpool, y gracias a un inspirado Drogba y a un equipo que tiró de oficio consiguió doblegar a los de Benitez, que poco pudieron hacer ante la multimilllonaria inversión del magnate ruso Abramovich en jugadores.
La primera final inglesa de la historia tendrá lugar el 23 de mayo entre el manchester y el Chelsea, que gane el mejor!
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